sábado, 21 de enero de 2017

SUPERPODERES

Soy profesora y me molesta que solo se hable de la educación, para ganar votos, cada cuatro años. El Libro Blanco es un asunto político, no es la solución a los problemas de la enseñanza pública. Es cierto que el profesorado debe ser competente para realizar su trabajo, como cualquier otro colectivo profesional, pero no leo en ningún medio que para recuperar la calidad de la enseñanza hay que dejar de pedir al profesorado que ejerza de psicólogo, de padre, de juez, de policía y de asistente social. Para eso no prepara ninguna universidad, por larga que sea la formación, porque ser docente en la pública significa tener superpoderes. Conozco los sistemas educativos de muchos países europeos y lo que se le pide al profesorado en España es impensable en el resto. El profesor debe ser una persona preparada para impartir la materia en la que se ha especializado. El resto de las tareas que nos han encomendado dificultan la nuestra. Llevamos años reparando los daños que los políticos ocasionan con sus recortes y su desinterés por la enseñanza pública, y se permiten el lujo de criticarnos.


ROSA SANTA DARÍA HERNÁNDEZ
Ingenio, Las Palmas de Gran Canaria
Publicado en Cartas al Director de 'El País'
15 de diciembre de 2015

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