viernes, 30 de diciembre de 2016

ALIKE, UN CORTO DE ANIMACIÓN





La producción Alike, de Daniel Martínez Lara y Rafael Cano Méndez, se alzó con el premio Goya 2016 al Mejor Cortometraje de Animación. 

Alike es un cortometraje de animación, realizado con Linux y software libre, que nació como un proyecto personal. Sus creadores querían invitar al espectador a reflexionar acerca de la experiencia de ser padre y sobre cómo se cree que se debe educar a los hijos. En el proyecto han colaborado alumnos y exalumnos de la escuela dedicada a la animación 3D de Barcelona, Pepe School Land.

Cuando la normalidad es lo socialmente permitido, ser tú mismo es la rebelión más sublime. Nuestros hijos merecen ser rescatados de este mundo gris, merecen una vida llena de de color; tienen derecho a jugar y a ser niños. Nacieron libres, que permanezcan así será tarea de todos los días, de comprender que confiar en ellos es clave fundamental en el desarrollo integral y el aprendizaje natural. Este corto devuelve a los niños el protagonismo en sus vidas. 

sábado, 17 de diciembre de 2016

¿QUIÉN HA DE HACER LOS DEBERES?

ELVIRA LINDO
El País, 16 de diciembre de 2016

La leyenda, más que urbana, doméstica, existe: los deberes los hacen los padres. No los míos, desde luego. Ni tampoco los suyos, si compartimos generación. Cuando nosotros éramos niños, las madres, que eran las que solían estar en casa, no estaban muy pendientes de ese asunto. De vez en cuando, se oía la célebre frase “¿no tienes deberes?” en un tono rutinario. Éramos, para bien o para mal, más independientes; para bien o para mal, nuestra primordial misión en la vida como niños era no dar guerra. Y aprobar. Una vez que nos tocó ser padres y madres, en ocasiones, divorciados, vivíamos nuestro papel con culpabilidad, y sí, les hicimos algunos deberes a nuestros niños. Que tire la primera piedra el que no lo hiciera. En mi caso, como mis cualidades pedagógicas son nulas era como que terminaba antes si lo remataba yo. No siempre me pusieron buena nota, la verdad sea dicha.

Ahora me cuentan amigos más jóvenes que las criaturas andan agobiadas por el volumen de deberes a los que han de enfrentarse cada tarde. A eso se suma que con los disparatados horarios españoles, las madres o los padres ya no están en casa para aliviarles el trabajo. Dado que el asunto ha llegado al Congreso de los Diputados, de lo cual me alegro (es urgente que los políticos hablen de asuntos como la educación y dejen de embarullarnos con sus polémicas banales), se me ocurre que hay una sociedad que tiene una serie de deberes pendientes y más aún con los resultados aún calientes de la evaluación Pisa. Apunto algunos:

Los padres tienen el deber de educar a sus hijos en la medida de lo posible, para que el profesor pierda menos tiempo en corregir unos modales que dificultan la enseñanza; la sociedad en sí misma tiene el deber de entender que la buena educación diaria, en la calle o en el trabajo, es formativa, que la cortesía es tan contagiosa como la zafiedad; si antes aceptábamos que la educación de los niños correspondía a la sociedad en general y no solo a papá o a mamá, ahora debería comprenderse que el aumento de la grosería y la violencia verbal contribuyen a cómo se comportan los niños; el Gobierno y la oposición tienen el deber de racionalizar los horarios para favorecer la convivencia familiar; los padres tienen el deber de no sobrecargar a sus hijos con un exceso de actividades extraescolares que a cualquiera de nosotros agotaría; los niños tienen el derecho inapelable a jugar; los adultos tienen el deber de favorecer el juego en la calle; los niños tienen el deber de aburrirse, y los padres, de no provocar en sus hijos una necesidad constante de novedades; los padres tienen el deber de no sobreestimular a los niños favoreciendo un carácter ansioso e impaciente; los profesores deben serlo por vocación, no es un oficio que tolere las medias tintas; el Gobierno no debe sobrecargar a la educación pública con las necesidades provenientes de la inmigración, es un asunto que concierne a toda la comunidad educativa, privada, concertada o pública; el Gobierno debe entender que es urgente y necesaria una asignatura que aborde los derechos y deberes de la ciudadanía; los centros no deben tolerar las faltas de respeto a los profesores por parte de los alumnos; los padres no deben tolerar que sus hijos ofendan a sus profesores; los padres no deben hablar de manera displicente de los profesores delante de sus hijos; las tutorías, más en estos tiempos, deben considerarse parte fundamental de la actividad escolar; las asignaturas creativas, como la música o las artes plásticas, no deben relegarse al horario extraescolar como si no sirvieran para nada; los niños tienen el derecho a ir bien desayunados al colegio; los padres, los profesores y los médicos deben entender que hay niños que sufren ansiedad y la ansiedad no precisa medicación sino un ritmo social distinto; el estado debe asumir que la escuela tiene que seguir siendo el mayor mecanismo de igualdad social; el sistema educativo debe insistir en que los niños aprendan a expresarse con claridad y a comprender un texto, de ahí depende en gran parte su futuro; la educación debiera ser uno de los temas prioritarios del discurso político; los profesores deberían de tener más tiempo para desarrollar sus clases y no vivir esclavos de la burocracia.

Todos deberíamos entender que un niño no se educa solamente en el colegio y que los resultados académicos son un reflejo de lo que está ocurriendo en un país: el nivel de educación en la calle, en los medios, la ansiedad que provoca la falta de expectativas, la agresividad, los malos modos, las palabras gruesas. Eso importa. Cargar sobre las espaldas del profesorado el deber de que los niños sean excelentes es injusto. Los cachorros se educan en la manada, así que usted y yo, como parte de ella, también tenemos un montón de deberes que hacer.


viernes, 9 de diciembre de 2016

COBARDES

Cobardes es una película española dirigida y escrita por José Corbacho y Juan Cruz en 2008. La película basa su argumento en el acoso escolar.
ARGUMENTO: La trama cuenta la historia de dos chavales de secundaria, uno la víctima y el otro, el verdugo. Guille es, en apariencia, un chico como muchos: buenas notas, buen deportista y con una familia que le respalda. Descubre que actuar de "matón" en clase le da cierto respeto, por lo que, sin dudarlo, elige a una víctima y, con cualquier pretexto se pasa el día acosándole con sus amigos. Gabriel es la víctima elegida por Guille. Gabriel es pelirrojo, así que todos lo llaman zanahoria... Gaby decide un día que no volverá a ser acosado. Habla con Carla, su mejor amiga, y planean cómo conseguir que Guille deje de pegarle y de acosarle. Graban un vídeo y, en el patio de la escuela, al día siguiente, Gaby se lo envía a Guille y todos sus colegas. 

sábado, 3 de diciembre de 2016

PLAN DE MEDIACIÓN PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA

PROYECTO FINAL (CASO 4): DETECCIÓN TEMPRANA DE BULLYING

ANALISIS DE LA SITUACIÓN

Se trata de un grupo numeroso de 4º ESO, mayoritariamente de 15 años, formado por 31 alumnos de los cuales el 45 % son chicas. Aunque en esta edad los casos de bullying son menos frecuentes, hay que estar alerta para que estos no se produzcan y hay que trabajar para mejorar la convivencia del grupo de clase. Es más común que, a partir de esta edad, se produzcan casos de aislamiento social o casos incipientes de acoso. Es importante trabajar para fomentar el aprendizaje cooperativo y que los adolescentes aprendan la importancia del respeto y la tolerancia en sus relaciones interpersonales.

En sesiones de tutoría, se ha realizado una SOCIOMETRÍA gracias a la cual hemos conocido los subgrupos y los alumnos con mayor afinidad entre ellos. Hay un total de cuatro subgrupos que muestran reciprocidad entre sus miembros. No obstante, también hemos detectado rechazos entre ellos. En general. El status sociométrico de todos los miembros del grupo es más o menos normal, excepto en el caso del Alumno 3. Este diagnóstico nos lleva a combinar esta técnica con el HETEROINFORME para indagar más en las causas de este rechazo. Gracias a los informes elaborados por los alumnos sobre sus compañeros, sabemos que la mayoría de ellos se sienten bien en el grupo porque consideran que tienen bastantes amigos. No obstante, reconocen que es algo difícil estudiar en el grupo y que hay algunos conflictos entre compañeros. El Alumno 3 es señalado por tres testigos por encontrarse en riesgo de bullying. No indican que haya maltrato físico pero sí declaran que con alguna frecuencia recibe insultos e intimidaciones personales o a través del móvil o Internet. Algunas veces le aíslan, le rechazan y le hablan mal. Nos encontramos ante un caso incipiente de acoso escolar que requiere nuestra intervención.

CARACTERÍSTICAS DEL CENTRO EDUCATIVO

Se trata de un centro educativo de Enseñanza Secundaria que imparte los niveles de ESO y Bachillerato. El Centro se encuentra adscrito al Programa de Centros Bilingües de la Comunidad de Madrid desde hace más de diez años. Se encuentra situado en una localidad del sur de Madrid, consolidado en el barrio y con importante demanda de alumnos por parte de las familias. El tamaño del centro es medio, con 800 alumnos aproximadamente: línea 5 en ESO y línea 3 en Bachillerato. La mayoría de alumnos cursan ambas etapas educativas en el centro permaneciendo seis cursos en el mismo. Las familias se muestran interesadas en la educación de sus hijos y en su desarrollo académica. Por lo general, se muestran colaboradores y receptivos con los profesores, tutores y equipo directivo. Hay una buena comunicación entre el Centro y las familias.

INTERVENCIÓN

RECOGIDA DE INFORMACIÓN: El tutor deberá actuar coordinado con el Departamento de Orientación y pedirá la intervención del Plan de Mediación. El profesor tutor mantendrá una entrevista con los tres alumnos testigos para recabar más información sobre el caso y la situación del Alumno 3 en el grupo. Obtendrá más detalles sobre por qué piensan que el Alumno 3 se defiende mal, cómo y en qué circunstancias discute con los compañeros  y por qué piensan que es diferente a los demás. Todos los indicios indican que el Alumno 3 es un adolescente LGTB que se encuentra en búsqueda de su identidad sexual.

ENTREVISTA PERSONAL CON EL ALUMNO 3: El profesor tutor intentará establecer un clima de confianza para que el Alumno 3 hable con libertad sobre su situación en el grupo, que no se sienta juzgado y exprese sus sentimientos y emociones en un ambiente de confianza y comprensión. Se abordarán las situaciones de conflicto que se han producido e se intentará ofrecer al alumno herramientas para defenderse y no entrar en las provocaciones violentas.

ENTREVISTA CON LOS ALUMNOS ACOSADORES: El profesor tutor escuchará, en primer lugar, lo que los alumnos que han insultado al Alumno 3 tienen que decir. Es labor del profesor tutor mediar en el conflicto pero debe mostrarse preciso y riguroso sobre cuáles serán las actuaciones que llevará a cabo si las intimidaciones al Alumno 3 persisten, dejando claro que este comportamiento se pondrá en conocimiento de sus padres y que deben respetar a todos los miembros del grupo, independientemente de sus ideas, tendencias sexuales, etc. Las intimidaciones y agresiones verbales deben cesar de manera drástica.

ENTREVISTA CON LOS ALUMNOS 30 Y 4: El profesor tutor pedirá la colaboración de los Alumnos 30 y 4 cuando haya algún intento de agresión verbal hacia el Alumno 3 o hacia otro alumno. Se les indicará explícitamente que se pide su colaboración porque son personas aceptadas y respetadas por el grupo y que pueden ejercer una papel importante como líderes positivos de la clase.

SEGUIMIENTO DEL CASO: El profesor tutor llevará a cabo un seguimiento del caso mediante la observación del grupo y las entrevistas con los alumnos relacionados con el caso, especialmente en el caso del Alumno 3 para que se sienta acompañado,  apoyado y protegido. En el caso de que las intimidaciones verbales persistan o vayan a más, se citará a las familias de los alumnos acosadores para poner en su conocimiento el comportamiento llevado a cabo por sus hijos y pedir su colaboración para que este cese. También se pedirá la intervención de Jefatura de Estudios para tomar medidas sancionadoras, aunque esperamos que esto no será necesario.




PLAN DE CONVIVENCIA Y MEDIDAS ORGANIZATIVAS

El Departamento de Orientación, junto con el profesor tutor, elaborará un Plan de Mediación entre Iguales. Para ello será necesario formar a los alumnos más prosociales para que sean capaces de llevar labores de mediación en conflictos. Este Plan de Mediación deberá ampliarse a otros grupos y niveles de la ESO. Se elegirá a los adolescentes más empáticos, tolerantes, predispuestos a la escucha y con capacidad negociadora ante un conflicto. Se buscará su colaboración mediante el feedback positivo.

Habrá que establecer una serie de estrategias y medidas organizativas, teniendo en cuenta el contexto socio-cultural del centro, para mejorar la convivencia en otros grupos del Instituto. Será necesario organizar los espacios comunes del Centro:

- Establecer guardias de profesores durante los intercambios de clase que vigilen los pasillos y los accesos a los servicios. 
- Permanecer atentos en las guardias de los recreos. Los profesores que realicen las guardias de recreos serán informados de los posibles casos de acoso para que estén alerta y prevengan cualquier incidente.
- Llevar a cabo actividades durante los recreos. Los alumnos podrán realizar diversas actividades relacionadas con el deporte, la biblioteca y la música durante los recreos. Se dispondrán calendarios de actividades como campeonatos de ajedrez, recreos musicales, partidos de fútbol y baloncesto.

Es necesario incluir en el Plan de Convivencia, una COMISIÓN DE SEGUIMIENTO, formada por docentes y alumnos ayudantes, de los alumnos identificados en riesgo de acoso. De esta manera, se buscará la protección de las víctimas y la disuasión de los alumnos acosadores para que cesen en su comportamiento. Se realizarán informes con periodicidad semanal, en primer lugar, y quincenal cuando la situación concreta mejore.  

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

Es necesario establecer un protocolo de actuación una vez se ha identificado el problema:

- El TUTOR analiza el sociograma y se entrevista individualmente con los alumnos para conocerlos mejor. Además, tiene una entrevista personal con el alumno en riesgo para trabajar estrategias de prevención y ha diseñado un protocolo de actuación con alumnos ayudantes (prosociales). Con la información disponible, el tutor procurará la mejor disposición de los alumnos en el aula para evitar situaciones de riesgo y fomentar el buen ambiente en la clase.
- El EQUIPO DOCENTE es informado de la situación y se pide su colaboración para el seguimiento del caso.
- El DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN pone en marcha el Plan de Seguimiento llevado a cabo por profesores de guardia de recreos y alumnos ayudantes para observar y conocer la situación real de aquellos alumnos en riesgo de acoso o que hayan sufrido algún episodio de bullying. Se hará seguimiento en las reuniones semanales de tutores y del Departamento de Orientación. En el caso de detectar un caso de acoso, el Tutor y el Departamento de Orientación citará a las familias de estos alumnos para que sean conscientes de la situación y el comportamiento de sus hijos. Todas estas actuaciones se llevarán a cabo de manera visible para disuadir a los alumnos acosadores o a aquellos con tendencia a comportamientos agresivos.
- El EQUIPO DIRECTIVO es informado el caso y de su seguimiento. En el caso de que sea necesario se demandará su intervención para aplicar medidas sancionadoras hacia los acosadores. 
- El PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL deberá recoger actividades relaciones con los diferentes programas de mejora de la convivencia. Además, deberá incluir un tratamiento especial de la educación sexual y de respeto y tolerancia hacia las personas LGTB (en colaboración con COGAM).

lunes, 28 de noviembre de 2016

EL ENCARGADO - CORTO SOBRE EL ACOSO ESCOLAR

Este corto de Sergio Barrejón muestra la cruda realidad: la actitud de los compañeros y el desconocimiento del profesor (8´20¨)



sábado, 26 de noviembre de 2016

EN MEMORIA DE CARLA

ELVIRA LINDO, El País, 5 de enero de 2015.

A las víctimas hay que individualizarlas. Ponerles un rostro, una edad, una familia, un barrio, algunas inquietudes, unos cuantos sueños, una debilidad visible o escondida. Los activistas sociales lo saben desde hace tiempo, tanto como para presentar cualquier campaña que pretenda provocar empatía en el ciudadano con un rostro concreto, un nombre y una edad. Carla, por ejemplo. Una chica de 14 años que estudiaba en un colegio, el Santo Ángel de la Guarda, y con una madre que ahora conocemos, Monserrat. Carla se suicidó arrojándose por un acantilado de su ciudad, Gijón, enferma de desesperación por el acoso y la burla a la que le sometían algunas compañeras de clase. Se mofaban de su físico y de su supuesta condición sexual. Las dos chicas que lideraron las vejaciones a las que la adolescente fue sometida el año antes de que se quitara la vida han sido condenadas a cuatro meses de tareas socioeducativas para mejorar su empatía con el prójimo, en particular, con los seres más débiles. ¿Es suficiente? Si es esa la única medida, no, desde luego que no. En cuatro meses no se cura la chulería ni el desprecio por el dolor del otro. Cuatro meses no son nada si no se exige también a los padres de las autoras del delito que recapaciten sobre los valores que jamás se inculcaron en casa y por la poca atención que prestaron a la personalidad oscura y diabólica que iba haciéndose presente en sus hijas. Cuatro meses pasan volando y son estériles si la dirección del colegio en el que tuvo lugar la pesadilla que llevó a Carla a precipitarse al vacío no asume su culpa y emprende un debate para reflexionar sobre una responsabilidad que también debería recaer en un claustro que ignoró o no dio importancia al padecimiento de una de sus alumnas.

Cosas de niñas. Así se resume en más ocasiones de las que pensamos y sabemos la persecución, la burla, el escarnio que ocurren secretamente en los centros escolares. La mayoría de las veces nadie se entera del padecimiento de un niño o de una adolescente. Los chavales no suelen contar demasiado en casa porque viven el acoso al que están sometidos con culpabilidad y vergüenza. Ese silencio permite que los chulos o las chulas actúen impunemente, divirtiéndose con el sufrimiento de la criatura acorralada; por lo demás, el resto de la clase, por un temor comprensible a ser también estigmatizados, suelen callar o colaborar vagamente. Cada cierto tiempo, el horror del acoso escolar se hace visible en la prensa porque la víctima, viéndose sin capacidad para acabar con su angustia, pone fin a su vida. Es así de crudo: sabemos de la víctima por su suicidio. A Carla le daba terror ir al instituto, pero al temor que le producía el encuentro con sus torturadoras había que añadir uno de nuevo cuño: la angustia que le provocaba el comprobar cómo se burlaban de ella a través de las redes, es decir, como divulgaban en el ciberespacio la mofa para tenerla paralizada en un terror sin escapatoria. Ni en su propio dormitorio estaba a salvo la pobre desdichada de sus torturadores, ya sabemos que las injurias en Internet tienen la peculiaridad de colarse por cualquier resquicio. Esta es una historia más común de lo que parece y no se trata solamente de un delito juvenil ni que sufran en exclusiva los adolescentes. La justicia va más lenta que la tecnología y castigar al que delinque en la red, aunque es posible y cada vez más frecuente, tarda un tiempo que a la víctima se le representa como insoportable. Imagino que el castigo al bulling cibernético, agazapada la identidad del malhechor en el cobarde anonimato, acabará precisando de un mecanismo exprés para ser penalizado, dada la rapidez con que en el medio se difunden las injurias.



Parece que en estas fechas hay una voluntad colectiva de concordia, que las rivalidades pierden fuste y nuestras columnas se engalanan con buenos propósitos. Tal vez deba ser así, conviene y es saludable que sea así, que el pensamiento se mantenga en suspenso unos días antes de volver a la carga, a la bronca, a la opinión, a la arena. Pero me ha resultado inevitable, después de ver en el periódico esta semana el rostro de Montserrat Magnien, la madre de Carla, pensar que para ella no habrá Nochevieja ni Año Nuevo, que desde el 11 de abril de 2013 el tiempo avanza en una densidad amorfa, sin conceder tregua alguna ni consuelo, empecinada como está su mente en un solo propósito: que se haga justicia. Y he querido que el primer artículo de este año que acabamos de inaugurar esté dedicado a ella, a esta madre que sólo va a encontrar razones para vivir litigando a fin de que su caso, el caso de su hija Carla, se convierta en paradigmático, y que su muerte no haya sido en vano, que nos enseñe a atajar la crueldad cuando brota: desde la casa, la escuela, la justicia, que entendamos la necesidad de enseñar a quienes no tienen demasiadas luces, a los resentidos, a los duros de corazón a sufrir con el dolor ajeno. Y si es que la naturaleza no les ha dado la capacidad de comprender el sufrimiento del prójimo que sea la justicia quien ponga freno a su tara. Quería que mi artículo tuviera un rostro, el de Montserrat, y enviarle desde aquí un abrazo para que no se sienta, como seguro que se sentirá, tan sola.



jueves, 24 de noviembre de 2016

TRIÁNGULO DE STRATHCLYDE


Según la teoría del dominio social, el acoso escolar se plantea como una forma de obtención de estatus social por parte de los agresores dentro del grupo de clase. Desde este punto de vista las conductas agresivas formarían parte de los recursos utilizados para obtener una buena posición por parte de los agresores entre los iguales y  podría ser contempladas de un modo positivo por el resto de compañeros . Teniendo esto último presente, el modelo del triángulo de Strathclyde explica el acoso escolar como un proceso grupal dinámico con una serie de etapas desde un estadío inicial hasta el momento en el que se consolida como un caso. En las siguientes figuras se explica el fenómeno desde esta perspectiva.  

FIGURA 1. En esta figura, se representa un hipotético grupo de clase a principio de curso (por ejemplo en 1º de ESO de un centro público) cuando todavía no se han establecido vínculos de amistad o de afinidad social sólidos entre los estudiantes. Bajo estas circunstancias, todavía existe una falta de estructura en el grupo. En algunos grupos de clase suelen encontrarse estudiantes con un perfil más agresivo. Este tipo de alumnado tiende a utilizar diferentes estrategias de dominio para conseguir una serie de recursos sociales en el grupo (para lograr estatus entre sus compañeros, para formar un grupo a su alrededor o como simple descarga emocional).
FIGURA 2. Este tipo de alumnado con un perfil más agresivo, comenzará a probar o tantear a algunos de sus compañeros, llevando a cabo alguna 'broma', burla, etc. Si la situación no produce en compañero objetivo o diana un cambio emocional (ej: miedo, vergüenza) la 'broma' o burla no habrá funcionado. 

FIGURA 3. Entonces, probará con otro compañero. Si en este segundo caso tampoco funciona, bien porque este estudiante no ha respondido como esperaba el agresor o bien le ha contestado o mostrado algo de agresividad, entonces, seguirá intentándolo con otros.

FIGURA 4. Finalmente el estudiante agresivo, encontrará a aquel estudiante que encaja con sus objetivos. Alguien que se asuste o pierda el control cuando el estudiante agresivo se burle de él. Esto podría desembocar en una risa compartida y probablemente un acercamiento de varios estudiantes hacia el que ha comenzado la burla.


FIGURA 5. La existencia de un grupo dentro de la clase que haya comenzado a cohesionarse a partir de realizar conductas agresivas hacia otros compañeros, puede generar incomodidad en el resto de estudiantes que se encuentren todavía fuera de un grupo.



FIGURA 6. El resto de estudiantes que no se sientan a gusto con los incipientes episodios de acoso escolar tenderán a formar sus propios grupos en torno a líderes más positivos. Con este último tipo de movimientos se consolidará el aislamiento de la potencial víctima.